Fabricar uno de nuestros zapatos es una danza compleja en la que participan numerosas Personas.
Cada zapato es un puzzle de muchas piezas que son cortadas, cosidas y ensambladas entre sí con la mayor precisión. Y en un mundo en el que todo nos invita a correr, nosotros apostamos por los procesos manuales y los buenos acabados.
Elegimos materias primas de alta calidad y promovemos procesos de fabricación que combinan la minuciosidad artesana con la innovación.
Como garantía de la calidad de nuestros productos, fabricamos el 100% de los zapatos en nuestros tres centros de producción propios, facilitando así la innovación en los procesos, un producto de mayor calidad y una mejor relación con nuestros proveedores.
Nuestras fábricas se encuentran en dos lugares de arraigada tradición zapatera: La Rioja-España y Tánger-Marruecos.
Lugares distantes geográficamente pero unidos por un destino común: la marroquinería. Construimos nuestros zapatos juntos y en el proceso, fortalecemos nuestros lazos interculturales y creamos desde el respeto espacios para el aprendizaje mutuo. Y al hacerlo, apostamos por la diversidad y el desarrollo económico local de los países del Sur.
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